Sostenibilidad e Innovación Tecnólogica

Artículo invitado. Autora: Patricia Llaque Gálvez.


Mejorar la condición humana es lo que persiguen en su conjunto los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Es así como los ocho primeros objetivos, –Fin de la Pobreza, Hambre Cero, Salud y Bienestar, Educación de Calidad, Igualdad de Género, Agua limpia y Saneamiento, Energía asequible y no contaminante y Trabajo decente y Crecimiento económico-, están relacionados con los condicionantes directos de dicha mejora.

De otro lado, los nueve ODS restantes apuntan tanto a las infraestructuras, recursos medioambientales y a las estructuras sociales que, de un modo u otro, deben convertirse en el sostén del mantenimiento y el progreso de la condición humana.

Enfoque Sistémico

Las interacciones entre los objetivos son incuestionables.

La especialización o el establecimiento de líneas de trabajo independientes dificultan la ineludible visión de los ODS en su conjunto. De ahí la necesidad de adoptar un enfoque sistémico, un trabajo multidisciplinar, que nos permita identificar las consecuencias positivas y negativas de cada acción particular sobre los otros ODS.

Sin ello no será posible lograr una verdadera transformación sostenible.

Éste es uno de los grandes desafíos de la Transformación Sostenible, ya que los sistemas educativos tradicionales no potencian el pensamiento en términos de sistemas.

Aún más, nuestra estructura social está organizada sectorialmente. Y es que por el contrario, la Agenda 2030 y los ODS demandan no solo la comprensión de los detalles sino el saber integrarlos en una perspectiva sistémica.

Innovación Tecnológica

La innovación tecnológica es un factor clave para resolver los grandes desafíos sociales, económicos y ambientales que nos plantean los ODS. Sin duda, soluciones tecnológicas innovadoras pueden proporcionar ventajas competitivas y evolutivas.

Personalmente, cuando hablo de tecnología, me refiero no solo a las herramientas, máquinas, instrumentos, dispositivos… sino también a las habilidades con las que los producimos y los utilizamos. El desarrollo de estas últimas es lo que nos permitirá aprovechar el despliegue de las innovaciones de forma que puedan satisfacer nuestras necesidades y nuestras expectativas.

La tecnología no es un fin en sí misma, sino más bien es un catalizador para el desarrollo.

En esta era tecnófila es oportuno remarcar que la tecnología no es un fin en sí misma, sino más bien es un catalizador para el desarrollo. Asimismo, debemos ser conscientes de que las tecnologías también pueden generar subproductos y efectos no deseados sobre el medio ambiente y la convivencia social.

Por ello hay que ser muy cuidadoso en la identificación de las soluciones tecnológicas que avalan el cumplimiento de los ODS. Allí debemos focalizar nuestros esfuerzos.

Tecnologías Esenciales

Este análisis nos permite señalar que existen ciertas tecnologías que son esenciales para erradicar la desigualdad, y por lo tanto, mejorar la calidad de vida. Ellas no sólo satisfacen las necesidades humanas básicas, sino también los derechos fundamentales como la salud, la educación y la vivienda; es decir, tienen un papel clave en el desarrollo.

Las tecnologías esenciales incluyen dominios como:

  • Agua y Saneamiento
  • Agricultura y Alimentación
  • Construcción
  • Energía
  • Equipos Médicos
  • Farmacéutico
  • Tecnologías de la Información y la Comunicación
  • Transporte

Una vez más, no estamos hablando de compartimentos estancos ya que es factible encontrar distintas interacciones entre ellos. Qué duda cabe que la energía y las tecnologías de la información y la comunicación son la base de muchas aplicaciones tecnológicas de otros dominios.

Impacto y Rentabilidad

En el contexto que nos ocupa, de innovación tecnológica, debemos recordar que la innovación implica cambio. En la mayoría de los casos aludimos también al cambio de comportamientos o hábitos. Conocedores de la dificultad de este proceso es evidente reconocer el riesgo inherente que conlleva la innovación.

La innovación implica cambio.

Hace ya algunos años existen modelos híbridos que se sitúan entre las empresas tradicionales, cuyo principal objetivo es maximizar el valor de los accionistas y las organizaciones sin ánimo de lucro, que dependen de subvenciones y cuyo propósito es la generación de impacto en su público objetivo.

Estos modelos, que muchas veces responden a la denominación de negocios sociales, intentan aprovechar las fuerzas del mercado para generar un impacto sostenible. A priori, asumimos que para lograr un impacto sostenible y a gran escala es necesario desarrollar un modelo de negocio rentable.

Con el fin de abordar estos retos, en las próximas entregas analizaremos el proceso de innovación tecnológica y conoceremos productos y servicios de impacto que nos acercan al cumplimiento de los tan ansiados OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLES.

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